Amigos

Recuerdan a Minguito, la planta Naranja Lima que tristemente es talada en los capítulos finales, el era el mejor amigo de Zezé, y por eso he aquí un poema...

Ese es un Amigo

Aquel cuyo apretón de manos es más firme. Aquel que tiene una sonrisa luminosa. Aquel cuyos actos son un más diáfanos. Ese es al que yo llamo amigo.

Aquel cuyo apretón de manos es un poquito más firme.
Aquel cuya sonrisa es un poquito más luminosa.
Aquel cuyos actos son un poquito más diáfanos.
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien más pronto da que pide.
Aquel quien es el mismo hoy y mañana.
Aquel quien compartirá tu pena igual que tu alegría.
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel cuyos pensamientos son un poquito más puros.
Aquel cuya mente es un poquito más aguda.
Aquel quien evita lo que es sórdido y mísero.
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien, cuando te vas, te extraña con tristeza.
Aquel quien, a tu retorno, te recibe con alegría.
Aquel cuya irritación jamás se deja notar.
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien siempre está dispuesto a ayudar.
Aquel cuyos consejos siempre fueron buenos.
Aquel quien no teme defenderte cuando te atacan.
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Aquel quien es risueño cuando todo parece adverso.
Aquel cuyos ideales nunca has olvidado.
Aquel quien siempre da más de lo que recibe.
Ese es a quien yo llamo un amigo.

Reflexiones

Una hija hablaba con su padre y se quejaba de la vida, lamentándose de que las cosas no le salían bien.

No sabía qué hacer para seguir adelante. Se sentía sin fuerzas y a punto de rendirse.
Estaba cansada y harta de luchar y luchar, sin obtener ningún resultado.
Cada vez que solucionaba un problema, aparecía otro. Ya no podía más.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí tomó tres ollas con agua y las puso sobre el fuego. Cuando el agua de las tres ollas empezó a hervir, puso en una zanahorias, en otra colocó huevos y en la última granos de café.

Las dejó hervir y se quedó mientras tanto en silencio. Simplemente se limitó a sonreír a su hija, mientras esperaba a que las tres ollas acabaran su proceso.
La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre.

Después de unos veinte minutos el padre apagó el fuego.
Sacó los huevos y los colocó en un recipiente, sacó las zanahorias y las puso en un plato y finalmente, colocó el café en un tazón.

Mirando a su hija le dijo: -Querida, ¿qué ves?
-Huevos, zanahorias y café, respondió.

Hizo que se acercara y le pidió que tocara las zanahorias, ella lo hizo y notó que estaban blandas.

Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera, después de quitarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro.

Luego le pidió que probara el café, ella después de tomar un sorbo, sorprendida e intrigada a la vez, preguntó: ¿Qué significa todo esto, padre?

Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: “agua hirviendo”
Pero que los tres habían reaccionado en forma diferente.

La zanahoria llegó al agua, fuerte, dura; pero después de pasar por el proceso había quedado blanda y fácil de deshacer.

Los huevos habían llegado al agua siendo frágiles, su delicada cáscara protegía su interior; pero después de estar en el agua hirviendo, se habían endurecido.

Los granos de café, después de estar en el agua hirviendo, habían teñido el agua.

-¿Cuál de los tres elementos eres tú?… Cuando la adversidad llama a tu puerta… ¿Cómo respondes?
Le preguntó a su hija.

-¿Eres como una zanahoria que parece fuerte pero cuando la fatalidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?

-¿Eres como un huevo, que comienza con un corazón frágil, con un espíritu fluido, pero después de una pérdida de un ser querido, una separación o un despido se ha vuelto duro e inflexible?
Por fuera todo sigue aparentemente igual, pero por dentro estás amargada y rígida; y tu espíritu y corazón se han endurecido.

-¿O eres un grano de café? Que es capaz de aprovechar la adversidad y lo que le causa dolor y justo cuando el agua llega al punto máximo de ebullición, es capaz de desprender su mejor sabor y aroma.

Dios quiera que seas como el grano de café, que cuando las cosas se ponen mal, tú puedas reaccionar en forma positiva, sin dejarte vencer por las circunstancias y hagas que las cosas a tu alrededor mejoren.

Que ante la adversidad exista siempre una luz que ilumine tu camino y a todas las personas que te rodean.

“Que puedas siempre esparcir e irradiar con tu fuerza, optimismo y alegría el “dulce aroma del café”, para que nunca pierdas ese olor grato que solo tú y quien es capaz de atravesar por las más duras circunstancias sabe transmitir a los demás”

Reflexión anticipada del Libro

Los invitamos a leer y vivir el libro que se encuentra en l segunda pestaña superior del blog, dentro de estos días acabaremos el libro, todavía sin terminarlo hemos vivido experiencias enormes y tenemos un opinión....

Hay realidades ajenas, que a veces se ocultan con un sonrisa, que a veces son como un espejo... Realidades no muy lejanas que muchas personas sufren, viven y se desviven.... Podemos llegar a reaccionar o reconocer que en nuestro mundo hay infinidades de situaciones que se enfrentan de tal manera que lastiman o entristecen a los menos allegados. Claro esta que todos somos humanos y una vida no es perfecta sin tropezones, pero en algunos casos estos son tan fuertes que nos duelen y nos resentimos....  Podemos decir que el ESPEJO DE LA VERDAD es nuestro mundo, siendo positivo y negativo en todos los lugares... Para esto hay una frase que siempre debemos tener presente y es:  "Siempre que llueve ha de parar".  Siempre hay una luz en el camino a pesar de todos los temores, y Zezé la encontró en los capítulos finales.

Además de todo esto, de toda la reflexión, sería una gran alegría para nosotros que los que lean este texto, miren la película... Está en Portugués, pero si prestamos atención a los diálogos del libro podemos llegar a comprender.

Muchas Gracias por seguirnos en este camino y próximamente abriremos otra pestaña con otro libro porque el objetivo principal de este blog, es la LECTURA.

Ficha Nº8 y Nº9 Recapitulación de Entradas

Última ficha: Lee los capítulos que faltan del libro y elabora una reflexión sobre el final del mismo. ¿Qué piensas de Zezé? ¿Cómo influencia la lectura del libro tu vida?

Ficha Nº 8 Conversaciones de aquí y allá

Para fomentar la lectura en todos los ámbitos, en la clase como actividad de la ficha número ocho, del capítulo "Conversaciones de aquí y allá", se realizó una lectura abierta. Juntos leímos, escuchamos y comprendimos el texto, ya que una lectura no solo se trata de juntar silabas o palabras si no que, adentrarse en ella y sentirla como una realidad

    Chicos disculpen la tardanza de esto....

    Ficha nº 9: Capítulo 9 "Dos Palizas Memorables"

1. ¿Qué quería hacer Zezé por sí solo?
2. ¿Qué hizo para conseguir los materiales?
3. ¿Por qué Jandira les daba de comer temprano?
4. ¿Cuales fueron las dos palizas? 
5. ¿Qué piensas de lo que hizo Jandira?
6. ¿Quién lo salvó?
7. ¿Qué era lo que más le dolía a Zezé?
8. ¿Por qué no iba a la escuel en esos días?
9. ¿Qué decía Zezé cuando le pegaban?

Opina la gente sobre el capítulo "La Conquista" Mi planta de Naranja-Lima

1)-Es interesante para mi, me encantaron todos los capítulos hasta ahora, son muy realistas con respecto a la vida, muchas veces te hace pensar y reflexionar que hoy en día hay muchos niños que pasan por la misma situación es algo triste pero es la verdad.

En mi vida he vivido muchas veces por  situaciones similares o la que vive Zezé, no me gustaría que mis hijos pasen por la misma situación siento pena, lastima hasta angustia por que se que eso pasa y me hace acordar muchos momentos de mi niñez.

2)-Este capítulo nos enseña, que nunca debemos guardar rencor en nuestros corazones y muchas veces juzgamos a las personas sin conocerlas.

Nos enojamos con una persona porque nos hace ver nuestro error, porque en realidad más duele enfrentarnos a la realidad, lo que nos están diciendo es correcto y tomamos esa persona por enemiga, y eso no es así, fue lo que le sucedió a Zezé.
Me gusta porque esto nos puede suceder a grandes y chicos.
Le he contado a mi hija cosas que nunca se las he contado a nadie, porque me he sentido identificada con algunos dolores de Zezé.